El ágata carneola también conocida popularmente como
cornalina ha sido venerada por la humanidad desde la mas remota antigüedad. Sabemos que ya para los egipcios era un mineral símbolo de vida, desde entonces lo podemos encontrar en todo tipo de objetos de carácter protector y religioso.
Esta ágata de color rojo anaranjado esta compuesta
principalmente de cuarzo, uno de los componentes mas abundantes de la tierra. A
diferencia del cuarzo puro no forma cristales de seis caras y vibra de una forma mas sutil, pero aun así hemos de considerarla un
miembro destacado de la familia de los cuarzos.
La carneola a ido evolucionando con la naturaleza a lo largo de
su existencia, es uno de los minerales mas poderosos que existen. Este es un
cristal estrechamente ligado con la tierra, es símbolo de la fortaleza y
belleza de nuestro planeta. Nos evoca a los amaneceres y anocheceres
dorado-anaranjados, el color otoñal de los bosques, la fértil y olorosa
tierra...
La cornalina tiene la propiedad de servir de base para
manifestar las energías en el plano físico y de ayudarnos a encontrar nuestro lugar en la vida. Es un mineral que colocado en el
ombligo y el la zona pélvica es útil para luchar contra la esterilidad y la impotencia.
El color rojo-naranja estimula el chakra basico, eliminando bloqueos
energéticos que puedan estar dificultando el correcto funcionamiento de los órganos sexuales y consiguientemente la procreación.
Es un mineral positivo para personas descentradas y confundidas. La
cornalina focaliza nuestra atención en el momento presente, de esta manera
podremos centrarnos en lo que nos sucede en cada momento.
Cuando la utilizamos para meditar ayuda a focalizar la mente
en intenciones y objetivos elevados.
Tradicionalmente se ha llevado por su energía protectora tanto en medallones de carácter religioso como en bolsas medicinales y en amuletos.
Como conclusión decir que la cornalina estimula el amor y el
aprecio por la belleza y los dones de la naturaleza.
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