Los cristales pueden utilizarse tanto por una cuestión
estética como para sanar o elevar la conciencia. Tengamos fe o no en ellos los cristales
actuaran de todos modos. Simplemente con llevarlos con nosotros ya están
irradiando su luz en nuestro entorno. De la misma manera actuara si lo dejas
encima de una mesa de trabajo en tu mesita de noche o un cajón, siempre
influirá de forma positiva en el ambiente con su luz y su energía. En el
proceso en el que la luz atraviesa el cristal y trasmite el color de la gema a
su alrededor se produce un campo luminoso
capaz de transmutar en positiva
cualquier vibración negativa.
Los cristales y minerales pueden llevarse de diferentes
maneras, las joyas son una de las mas comunes. En la actualidad hemos perdido prácticamente
todo el conocimiento de las autenticas motivaciones de la joyería.
Originariamente cada tipo de cristal se llevaba puesto para que transmitiera
una energía especifica a su portador.
Todas estas civilizaciones conocían perfectamente el poder
de las piedras y las aplicaciones en que podían resúltales beneficiosas. Se llevaban en los dedos para canalizar
ciertas energías e influencias. Con los rubíes y cristales rojos se utilizaban
para despertar y estimular el intereses sexual (un ejemplo conocido por todos
son las famosas las bailarinas de vientre de oriente que suelen colocarse un
rubí en el ombligo). Los buscadores espirituales se colocaban piedras en el
tercer ojo para estimúlalo, también se llevaban colgantes sobre el pecho para
estimular el chakra corazón infundiendo a la persona amor y compasión, en los pendientes
estimulando sus conexiones con el resto del cuerpo, etc.
Hoy en día hemos perdido prácticamente todo el conocimiento
de las autenticas motivaciones de la joyería. Originariamente las gemas se
llevaban puestas para que transmitieran una energía especifica.
Cuando los cristales se llevan conscientemente con un
propósito se convierten en poderos talismanes
que fortalecen a su dueño. La energía de
los cristales y joyas se funde con el campo electromagnético del ser humano. Las vibraciones de sus colores penetran en el aura y al aumentar las
frecuencias de color estas disuelven las energías negativas y permiten una mejora de
la fluidez en nuestro campo energético, incrementándose la fuerza luminosa a nuestro alrededor proporcionando poder y equilibrio.
Las joyas no solo sirven para que disfrutemos de su belleza
sino también para que conscientemente
nos aprovechemos de sus propiedades
sanadoras y otras cualidades que encierran. Estos pequeños tesoros todos
especiales y únicos se acaban convirtiendo en objetos íntimos de poder,
facilitando una visión clara de
nuestros entorno espiritual e impulsándonos
hacia nuestros éxitos personales.
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