Lo primero que hemos de hacer es elegir bien el cristal que
queremos programar. Después lo que tenemos que hacer es pensar en el propósito
que queremos conseguir. Mentalmente pensamos las palabras exactas, por ejemplo
“programo este cristal para que me alivie el estrés". Una vez que tenemos claro
lo que queremos, a continuación tomamos el cristal entre las manos para sentir
su energía. Cuando estemos sintiendo la conexión con el, formulamos nuestro deseo
en voz alta. Esta operación hemos de repetirla dos o tres veces para que quede
perfectamente programado.
Una vez que sentimos que el cristal esta programado debemos
apartarnos de el. Cuando queramos volver a utiliza el cristal para otro
objetivo debemos purificarlo y volver a programarlo.
Podemos realizar esta operación cuando vallamos a regalar un
cristal para que proteja y funcione en beneficio del receptor. En este caso debemos
pensar en nuestro amigo y sus circunstancias cuando estemos eligiendo el
cristal. Nunca debemos programarlo para imponer nuestro punto de vista o
nuestros objetivos.
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